domingo, 25 de noviembre de 2012

EL PAPEL DE LA FAMILIA



El papel de la familia es muy importante durante la estancia en el hospital y el proceso de recuperación del niño. Para ello se tiene que establecer un vínculo paralelo, entre la atención de la familia y la acción educativa del niño. Puesto, que la enfermedad del niño pasa a ser un problema colectivo, toda la familia tiene que estar implicada en su recuperación. La actitud que la familia tenga ante la enfermedad va a ser condicionante de la duración de la recuperación del niño, por lo cual es fundamental que estén bien informados y tengan una actitud positiva ante la misma.

 
La familia, la enfermedad y la hospitalización son conceptos que van unidos entre sí, ya que cuando uno de ellos se ve alterado, repercute en los demás. Para evitar que esto ocasione grandes desequilibrios en la unidad familiar, debe existir una armonía entre los miembros.

Partiendo de esta base, cabe destacar que la intensidad de este desequilibrio dependerá de diversos factores:

 
     -       La intensidad de la propia alteración que suponga la enfermedad del niño.

-       El tratamiento que requiera dicha enfermedad.

-       Lo que los padres esperan del niño con respecto a su recuperación.

-       La fuerza de la estructura familiar, relaciones matrimoniales y relaciones con los demás hijos.

-       El carácter del niño enfermo.

-       La impotencia ante las implicaciones que pueda tener la enfermedad y su impacto sobre el niño y la familia.

-       El contexto familiar y el entorno.

-       La habilidad para la organización familiar

-       Las ayudas médicas, psicológicas, sociales y educativas.

 

 
Se diferencian tres etapas en las reacciones de los padres:


1.- Shock inicial, acompañado de un conjunto de reacciones, tales como rebeldía, ira, enfado, incredulidad, etc.

 

2.- Periodo de tristeza y desequilibrio psíquico. Aparecen sentimientos de culpa, desesperanza y pérdida de control. Durante este periodo, los padres pueden ver al niño como algo negativo en su propia persona.

 

3.- Equilibrio. Aceptación y enfrentamiento real al problema.

 
Es muy importante eliminar cualquier impedimento para que el niño que acude a las consultas de pediatría, este con su familia, ya que ésta tiene un papel fundamental y activo en su cuidado, lo cual va a favorecer la recuperación del niño.

 
Por todo lo citado anteriormente, es fundamental que la familia este apoyada por el equipo médico y juntos, trabajen para que el niño tenga una recuperación favorable y temprana.

 

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