miércoles, 9 de enero de 2013

Ruta "Cáscada de Vados". Diario personal: Laura Alonso Fernández (17)

En el pueblo de San Ciprián, rodeado de los arroyos de Fontiego y Barciniella y pequeños huertos que, lejos de resultar simples, ofrecen gran variedad de tonalidades, comienza el camino hacia Los Vados, pasos naturales donde el río permite una tregua para cruzar sin dificultad, a través de un suelo firme.

Gracias a estos vados, la gente de la zona pudo transitar y comerciar con las poblaciones de León, al otro lado de la sierra, ahorrando tiempo y trabajo a los arrieros que recorrían la zona.
Esta es una ruta para disfrutar de cada segundo, exprimiendo la historia que del suelo emana, observando las cicatrices que los carros dejaron en la piedra con su incesante pasar a lo largo de los siglos, contemplando el extravagante colmenar que aparece a la derecha (su posición medio inclinada, la construcción sólida y bien rematada y su orientación sur permitía que las abejas tuvieran las condiciones idóneas de luz, calor, alimento y protección frente a los depredadores.

Saliendo de este laberinto pétreo y retomando de nuevo el camino, sin perder de vista el alto de Faeda con sus 2.024m, llegamos a Los Vados entre robles jóvenes, retorcidas madreselvas y servales. Allí dos cascadas de apenas tres metros resbalan por la roca granítica, hasta desaparecer mezcladas con el río Trefacio. Tras descansar un rato disfrutando del paisaje, el camino por el que hemos llegado nos llevará de regreso hasta San Ciprián.

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