El Museo del Prado fue construido en el siglo XVIII
aunque no fue destinado como tal hasta el año 1819, siendo abierto al público
con la exposición de 311 pinturas creadas por algunos de los artistas más
importantes hasta el momento.
Ayer tuvimos la oportunidad de visitarlo, pudiendo disfrutar
de las exposiciones de tres grandes artistas: el joven Van Dyck, el paisajista
Martín Rico y Tiziano (San Juan Bautista).
El joven Van Dyck
Los cuadros y dibujos (aquéllos que este artista acostumbraba a dibujar
en papel para después plasmarlos en lienzo) que hemos podido ver en esta
exposición, nos ayudan a entender el progreso y las diferentes características que
definen el arte del joven Van Dyck, con la intención de, a su vez, llamar la
atención sobre la gran calidad de todas sus obras.
El paisajista Martín
Rico
Este artista fue uno de los más
importantes en la introducción del paisaje realista en España, teniendo una
gran diversidad de etapas pictóricas a lo largo de su carrera profesional.
Estas etapas se pueden dividir en cinco: los inicios como paisajista (1854-1861),
el camino hacia el realismo: estancia en Suiza y Francia (1862-1870), vistas
españolas (1870-1893), vistas francesas e italianas (1872-1908) y vistas
venecianas (1873-1908).
Tiziano (San Juan
Bautista)
La exposición que presenta el Prado de este artista está
formada, únicamente, por tres obras, las cuales tienen un triple objetivo:
mostrar cómo se ha llevado a cabo su restauración después de tantos años,
profundizar en la manera en que Tiziano realizaba una copia de cada una de sus
composiciones y, especialmente, enseñar las diferentes vías que este artista
utilizaba para aproximarse a la figura de San Juan Bautista del Nuevo
Testamento.
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