Además de poder conocer todos estos museos, creo que a todos
nos gustó sentir el ambiente navideño que llenaba las calles de la capital. Las
bombillas, los grandes árboles que adornaban las calles y el frío nos hacían
sentir que la Navidad cada vez está más cerca.
Paseando por algunas de las calles más conocidas de Madrid,
como Gran Vía, Alcalá, la Plaza de Callao o la Puerta del Sol, pudimos ver que
todo estaba lleno de adornos y de bombillas que, por el horario que teníamos de
vuelta a Zamora, no pudimos ver encendidas.
En la Puerta del Sol se encontraba ubicado el ya conocido
árbol diseñado por Agatha Ruiz de la Prada, en la Plaza de Callao, como desde
hace varios años, pudimos ver otro gran árbol y la pista de hielo y, a lo largo
de Gran Vía, los cientos de bombillas que esperaban el atardecer para poder
lucir.
Además
de todos estos adornos que encontramos paseando por algunas de las calles más
conocidas de Madrid, también tenemos que destacar la ambientación que han
preparado los trabajadores de la mayoría de los establecimientos de la capital,
haciendo que la ilusión de la Navidad nos envuelva a cada paso.
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